En su estado natural, los monogástricos (peces, aves, cerdos, mascotas,…) dedican una buena parte de su tiempo buscando insectos, un componente clave de su dieta.
Por lo tanto, los insectos constituyen un alimento de alta calidad cuyos nutrientes son fácilmente asimilables.
La inclusión de insectos en su dieta mejora la digestión y fortalece el sistema inmunológico, logrando un mejor crecimiento del animal y dando por resultado productos más saludables.