Preservar, alentar y regenerar la vida en el planeta
Preservar, alentar y regenerar la vida en el planeta
Co-creación
Fomentamos procesos de creatividad participativa para generar soluciones innovadoras.
Disfrute
Promovemos un clima laboral basado en el compañerismo, la alegría y el bienestar de cada persona.
Pasión
Cuidamos y alimentamos nuestro fuego interior para que nos siga impulsando hacia nuestro propósito.
Determinación
Adoptamos una actitud positiva y constructiva frente a cualquier situación y mantenemos fe en nuestra capacidad en lograr los objetivos que nos proponemos.
Calidad
Actuamos siempre con profesionalismo y prolijidad en una dinámica de mejora continua.
Integridad
Generamos cohesión entre lo que somos, lo que sentimos y lo que comunicamos a través de una conducta honesta y ética.
Hace un tiempo atrás, los residuos orgánicos del hogar eran compostados.
De esta manera, se devolvía la materia orgánica al suelo y se aseguraba la fertilidad de los cultivos locales. Al mudarnos a grandes ciudades, nos hemos alejado del campo y por consiguiente del cuidado de los suelos. Hemos interrumpido con el ciclo natural de los nutrientes.
La urbanización y la industrialización del sistema agroalimenticio nos llevaron a un modelo de cultivo extractivo y agotador para los suelos.
Al suministrar fertilizantes sintéticos a las plantas estamos perdiendo la estructura de los suelos, su capacidad para retener el agua. Por consecuencia, se destruye el hábitat de una gran variedad de microorganismos y pequeños animales del suelo, tan importantes para la regulación de la vida en la tierra.
Perdida de materia orgánica y biodiversidad
En Argentina, la materia orgánica (el reservorio de nutrientes con los que cuenta un suelo) ha caído entre 30% y 50% según los lugares.
Erosión e inundaciones
La compactación del suelo y el desmonte que se sistematizaron con el desarrollo de la agricultura moderna no permiten a los suelos absorber el agua de lluvia, provocando erosion de los suelos y inundaciones desastrosas para los campos y las comunidades.
En nuestra biofábrica trabajamos todos los días para convertir el desperdicio de los alimentos en abono natural, permitiendo que la materia orgánica y los nutrientes sigan su ciclo natural y vuelvan a nutrir los suelos.
El crecimiento de la población mundial y la demanda para proteínas animales provocaron un aumento del consumo global de pescado. En las últimas décadas, la acuicultura se impuso como una solución sustentable para complementar a la pesca industrial y satisfacer la demanda mundial de pescado.
Sin embargo, los peces criados en acuicultura necesitan proteina para crecer. Y hoy en día, una parte de la proteina destinada a la acuicultura es la harina de pescado, una harina fabricada a partir de pequeños pescados salvajes (como la anchoveta), esenciales en la cadena trófica de los océanos.
De esta forma, se sigue explotando el mar y afectando la biodiversidad marina para alimentar los peces criados en acuicultura.
Perdida de biodiversidad
La pesca industrial, junto con la contaminación marina y el cambio climático, contribuyen a la perdida de biodiversidad de los océanos, los cuales juegan un rol clave para mantener el equilibrio ecológico del planeta.
Ofreciendo una fuente de proteina premium a base de insectos, brindamos una alternativa viable a la harina de pescado y otras fuentes de proteina convencionales.
De esta forma, ofrecemos a los elaboradores de balanceados para animales la posibilidad de contribuir a la protección de los ecosistemas marinos y así ser parte de la transición ecológica.